Miami, FL, jueves 21 de marzo de 2024.
Una parte considerable de la población considera que, con el hecho de lavar las fundas de las almohadas es más que suficiente, pero lo cierto es que este artefacto que es usado para la comodidad de la cabeza al descansar en realidad sí debe ser lavado de manera periódica.
En este sentido, Business Insider señala que la mayoría de los expertos recomiendan lavar las almohadas entre 2 y 3 veces al año, aunque en realidad, la frecuencia de desinfección depende de cada persona y el uso que le dé a sus cojines.
Es posible que la periodicidad sea más constante si es una persona que suda mucho o que no le pone fundas a sus almohadas. Aun así, de forma general, puede ser aconsejable lavar las almohadas cada 3 o 6 meses como máximo.
El método de lavado que se utilice depende directamente del material del que está compuesto la almohada, siendo algunos de los más frecuentes: fibra, viscoelástico y plumas, para los cuales le daremos algunos consejos de higiene.
Así puede desinfectar sus almohadas
Lejos de rociar alguna sustancia o preparado casero, la mejor manera de desinfectar sus almohadas consiste en lavarlas. Lo primero que debe hacer es verificar las instrucciones de lavado que suelen venir impresas en la etiqueta de producto, en la cual podrá encontrar recomendaciones y prohibiciones respecto al secado y uso de lavadora, por ejemplo.
De manera general, la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) recomienda usar un paño húmedo, jabón suave y agua templada para lavar las almohadas viscoelásticas o de látex, mismas que frotará con suavidad evitando que el agua se filtre dentro de la almohada.
En cambio, si tiene almohadas de fibra hueca y microfibra puede optar por introducirlas en la lavadora con agua caliente que oscile entre los 40° y los 60 °C, ya que esto puede ayudarle a acabar con los ácaros, mismos que, según Business Insider pueden causar afecciones en la piel como acné y manchas.
Y si posee una almohada de plumas, el blog de Sommiercenter recomienda que sumerja su ejemplar en agua caliente y con jabón líquido, procurando evitar refregar demasiado. En caso de que se enfrente a alguna mancha, entonces debe tener paciencia y tallarla despacio con sus propias manos, para evitar desgarres.
Fuente: Estefani Salazar, El Tiempo