Miami, FL, 28 de mayo de 2025. Con el paso del tiempo, el cuerpo humano experimenta una serie de cambios fisiológicos que afectan directamente la forma en que se procesan los nutrientes. Por eso, en el Día Mundial de la Nutrición, es importante destacar que una alimentación adecuada puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los adultos mayores. A partir de los 60 años, una dieta equilibrada no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también previene enfermedades crónicas y promueve el bienestar físico y emocional.
Uno de los principales retos en esta etapa es el requerimiento de menos energía, debido a la reducción de la masa muscular y de la actividad física. Sin embargo, eso no significa que se necesiten menos nutrientes. Por el contrario, es fundamental consumir alimentos con alta densidad nutricional: más proteínas para conservar la fuerza muscular, calcio y vitamina D para proteger los huesos, vitamina B12 para mantener la función cognitiva, y fibra para mejorar la digestión. Asimismo, la hidratación no debe descuidarse, ya que con la edad disminuye la sensación de sed, lo que puede llevar a una deshidratación inadvertida.
Por otro lado, es frecuente que el apetito disminuya en los adultos mayores, especialmente si enfrentan cuadros de depresión, soledad o baja motivación. En estos casos, el acompañamiento durante las comidas, la preparación de platos atractivos y la inclusión de alimentos preferidos pueden mejorar su disposición a alimentarse adecuadamente. Además, fomentar la actividad física ligera y las actividades recreativas tiene un efecto positivo tanto en el cuerpo como en el estado de ánimo. En conjunto, una buena alimentación y un estilo de vida activo siguen siendo las claves para una vejez más saludable, autónoma y plena.
Fuente: Infobae
Imagen: Freepik