Miami, FL, 21 de noviembre de 2024.
Winter Haven, Florida, ha votado a favor de eliminar el flúor del agua potable, una práctica que ha estado vigente durante décadas. La comisión de la ciudad decidió en una ajustada votación de 3-2 poner fin a la fluoración para el 1 de enero de 2025, o tan pronto como sea posible. Esta decisión coincide con las preocupaciones expresadas por Robert F. Kennedy Jr., a quien el presidente electo Donald Trump ha nombrado para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), lo que ha reavivado los debates sobre la fluoración y su papel en la salud pública.
La comisión citó múltiples razones para eliminar el flúor, entre ellas la autonomía individual. El alcalde de la localidad, Brian Yates, enfatizó que el Gobierno no debería interferir en las decisiones sanitarias. El comisionado Brad Dantzler, que apoyó la moción, se refirió a la postura de Kennedy en concreto al justificar la decisión: “El Sr. Kennedy lo ha hecho saber… quiere que se elimine el flúor del agua en todo el país”. Kennedy ha calificado el flúor de perjudicial, aunque sus afirmaciones han sido refutadas por estudios científicos que demuestran la seguridad del agua fluorada a niveles regulados.
El papel del flúor en la salud pública
El flúor se añade al agua potable en Estados Unidos desde 1945. Además de Estados Unidos, otros 25 países tienen programas de fluoración del agua, de acuerdo con la organización Flouride Action Network. Entre ellos se encuentran Australia, Israel y Chile. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la fluoración reduce las caries y ahorra dinero a las familias y a los sistemas sanitarios. Los dentistas locales de Winter Haven se pronunciaron en contra de la decisión, con el argumento que las alegaciones de daños se basan en estudios erróneos o en casos de exposición a niveles de flúor excesivamente altos, que no reflejan las condiciones típicas de los suministros de agua municipales.
La decisión en Winter Haven refleja una creciente división sobre las intervenciones de salud pública, impulsada por la influencia de Kennedy en la política nacional. Kennedy, que suspendió su campaña presidencial independiente para apoyar a Trump, ha abogado por cambios radicales en las políticas de salud pública, incluidos los mandatos de vacunación. Su nombramiento para el HHS, combinado con las promesas de Trump de concederle a Kennedy autonomía, ha despertado preocupación entre científicos y expertos en salud pública.
Los críticos de Kennedy advierten de que sus puntos de vista socavan las prácticas de salud pública basadas en la ciencia. Los opositores a la fluoración, a menudo alineados con el movimiento de “libertad médica”, defienden la elección personal por encima de las medidas de salud colectiva. Los partidarios de la fluoración, sin embargo, comparan la retórica de Kennedy con afirmaciones sanitarias desacreditadas del pasado, como las que rodeaban al medicamento anticancerígeno Laetrile en la década de 1970.
Fuente: El País