Cada año, millones de adultos mayores sufren caídas que podrían prevenirse. Con pequeños cambios en el hogar es posible mantenerse seguro, activo y con calidad de vida.
Cada año, millones de estadounidenses mayores de 65 años sufren caídas. Y aunque muchas veces parecen algo sin importancia, una caída puede tener consecuencias serias: de hecho, son la principal causa de lesiones cerebrales traumáticas (TBI) en adultos mayores.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una de cada diez caídas provoca lesiones que requieren atención médica o limitan las actividades diarias de las personas mayores. Además, cada año se registran cerca de tres millones de visitas a salas de emergencia por accidentes de este tipo.
Lo más preocupante es que caerse una vez duplica el riesgo de volver a caerse, pero la buena noticia es que muchas caídas se pueden prevenir. Del 22 al 26 de septiembre de 2025 se celebró la Semana Nacional de Concientización sobre la Prevención de Caídas, una oportunidad para recordar la importancia de mantener nuestros hogares seguros y conocer los factores de riesgo más comunes.
El Dr. Francisco Solís, especialista en medicina familiar en Optum Little Havana, compartió algunos consejos prácticos para ayudar a reducir las probabilidades de sufrir una caída.
“Tu médico de atención primaria puede ayudarte a revisar tus medicamentos —incluidos los de venta libre o suplementos— y verificar si alguno puede causar mareos o somnolencia. También puede evaluar tu equilibrio, tu vista y tu presión arterial para detectar posibles factores de riesgo. Establecer hábitos al moverte dentro de casa puede marcar la diferencia. Trata de usar los mismos movimientos cuando te agaches, recojas objetos o te levantes de una silla. Evita cargar demasiadas cosas al mismo tiempo y procura mantener las manos libres para sostenerte si lo necesitas, aseguró Francisco Solis.
“Haz una inspección sencilla pero completa en tu hogar. Asegúrate de eliminar o corregir alfombras sueltas o dobladas, cables eléctricos en el piso, desorden o muebles mal ubicados, superficies irregulares o con desniveles, y zonas con poca iluminación. El Consejo Nacional de Seguridad recomienda pedirle a alguien que te ayude a reorganizar los muebles para dejar más espacio libre al caminar”, afirmó el doctor Solis.
Cambios pequeños, grandes soluciones
Pequeños cambios pueden aumentar mucho la seguridad. Instalar barras de apoyo en el baño, especialmente en la ducha o bañera, y asegurar tener barandales firmes en las escaleras. Si alguien siente inestabilidad, no dude en hablar con tu médico sobre el uso de un bastón o andador. Estos dispositivos pueden dar más confianza y equilibrio.
El calzado juega un papel más importante de lo que parece. Se recomienda optar por zapatos cerrados, con suela antideslizante y buen ajuste, ya que las sandalias sin tiras o el calzado demasiado suelto aumentan el riesgo de tropezar o resbalar.
Una buena iluminación en el hogar también es esencial. Es conveniente colocar lámparas o luces nocturnas en pasillos, baños y escaleras para garantizar una adecuada visibilidad, especialmente durante la noche o al levantarse.
El ejercicio regular no solo mejora la fuerza, sino también el equilibrio y la coordinación. Actividades como el tai chi, las caminatas diarias o los ejercicios con bandas de resistencia ayudan a fortalecer los músculos y los huesos. Además, consultar con un fisioterapeuta o entrenador físico puede ser útil para aprender rutinas adaptadas a las necesidades de cada persona.
Al salir de casa, es recomendable caminar con calma y prestar atención al entorno, observando el suelo y evitando distracciones como el uso del teléfono celular. También es importante utilizar calzado adecuado y, en caso de viajar, tener en cuenta que el cansancio o los cambios de horario pueden afectar el equilibrio.
Desde WellMed y Optum, se alienta a los pacientes a mantener una comunicación constante con su médico y a realizar chequeos regulares, no solo cuando se sienten mal. Consultar a tiempo, seguir las recomendaciones y cuidar los detalles del hogar puede marcar una gran diferencia.
Porque prevenir una caída es mucho más que evitar un accidente: es proteger la independencia, la salud y la calidad de vida.

