Miami, FL, miércoles 13 de marzo de 2024.
No cocinar de manera adecuada la tocineta y no lavarse bien las manos, llevó a que un hombre de 52 años en Estados Unidos desarrollará neurocisticercosis, una enfermedad que puede ser mortal, además de ser una de las principales causas de la aparición de epilepsia en adultos.
Hace unos meses, a uno de los hospitales de Orlando, en el estado de Florida (Estados Unidos), llegó un hombre de 52 años que aseguraba que, en los últimos cuatro meses, sus migrañas habían empeorado, ocurrían todas las semanas y las pastas que tomaba durante los ataques ya no le servían.
Tras los primeros exámenes se identificó que el paciente tenía unos focos quísticos bilaterales en partes del cerebro que, en palabras más sencillas, es la acumulación inusual de líquidos. Pruebas posteriores encontraron que se había formado un edema, es decir, una hinchazón causada por la acumulación de los líquidos.
Con los resultados de los exámenes en la mano, los médicos empezaron a sospechar que el hombre de 52 años tenía neurocisticercosis, “una infección parasitaria ocasionada por quistes larvales de la solitaria (Taenia solium)”, explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Estos quistes no son más que sacos cerrados que contienen un parásito en etapa inmadura.
Según la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, la neurocisticercosis que afecta al cerebro es la forma más grave de la enfermedad y puede ser mortal, además de ser una de las principales causas de la aparición de la epilepsia en adultos.
De acuerdo con los CDC, el proceso para contagiarse de neurocisticercosis es el siguiente: una persona ingiere carne de cerdo infectada mal cocinada y contrae una infección de la solitaria en los intestinos. Los huevos de la solitaria se traspasan a sus heces. Si esa persona no se lava las manos de manera correcta, explican los Centros, puede contaminar alimentos o superficies con heces que contengan esos huevos.
“Otra persona —continúan los CDC— puede ingerir estos huevos si come alimentos contaminados. Una vez que se encuentran dentro del cuerpo, los huevos se abren y se transforman en larvas que encuentran su camino hasta el cerebro. Estas larvas ocasionan neurocisticercosis”.
En el caso del paciente de 52 años, los doctores encontraron que a este le gustaba comer tocino blando, por lo que era muy probable que no lo hubiera cocinado bien. “Se puede especular, dada la predilección de nuestro paciente por la carne de cerdo poco cocinada (…), de que su cisticercosis se transmitiera por autoinfección tras un lavado de manos inadecuado después de que él mismo hubiera contraído la teniasis por sus hábitos alimentarios”, explicaron los médicos en un artículo publicado hace algunos días en la revista académica American Journal of Case Reports.
Tras un tratamiento de 14 días con medicamentos antiparasitarios y antiinflamatorios, el paciente fue dado de alta “con regresión de las lesiones y mejoría de las migrañas”.
Los médicos que atendieron al hombre, llamaron la atención, pues la neurocisticercosis es considerada como una infección parasitaria desatendida en Estados Unidos. Además, resaltaron, el lavado correcto de las manos y el tratamiento de las personas con infección de la solitaria podría reducir drásticamente la cantidad de infecciones nuevas.
Fuente: El Espectador