Miami, FL, 30 de junio de 2025.
Investigadores han descubierto que las bacterias pueden utilizarse para convertir residuos plásticos en analgésicos, lo que abre la posibilidad de un proceso más sostenible para la producción de estos fármacos.
Químicos han descubierto que la bacteria E. coli puede utilizarse para crear paracetamol, también conocido como acetaminofén, a partir de un material producido en el laboratorio a partir de botellas de plástico.
“Actualmente, la gente desconoce que el paracetamol proviene del petróleo”, afirmó el profesor Stephen Wallace, autor principal de la investigación de la Universidad de Edimburgo. “Esta tecnología demuestra que, al fusionar la química y la biología de esta manera por primera vez, podemos producir paracetamol de forma más sostenible y, al mismo tiempo, eliminar los residuos plásticos del medio ambiente”.
En un artículo publicado en la revista Nature Chemistry, Wallace y sus colegas informan sobre el descubrimiento de una reacción química llamada reordenamiento de Lossen, un proceso nunca antes observado en la naturaleza, que era biocompatible. En otras palabras, podía llevarse a cabo en presencia de células vivas sin dañarlas.
El equipo realizó su descubrimiento al tomar tereftalato de polietileno (PET), un tipo de plástico que se encuentra a menudo en envases y botellas de alimentos, y, mediante métodos químicos sostenibles, lo transformaron en un nuevo material.
Al incubar este material con una cepa inocua de E. coli, los investigadores descubrieron que se convertía en otra sustancia conocida como Paba, en un proceso que debió implicar una reorganización de Lossen.
Curiosamente, si bien la reorganización de Lossen suele implicar duras condiciones de laboratorio, se produjo espontáneamente en presencia de E. coli, y los investigadores descubrieron que era catalizada por el fosfato dentro de las propias células.
Fuente: The Guardian
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