Miami, FL, 15 de mayo de 2025. Las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos descendieron en 2024 a su punto más bajo desde 2019, según datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Se estima que hubo 80,391 fallecimientos por sobredosis, lo que representa una caída del 26.9% en comparación con los 110,037 registrados en 2023.
Este descenso marca una tendencia positiva tras años de aumento, especialmente durante la pandemia de COVID-19. Una de las razones clave de esta mejora ha sido el mayor acceso al naloxone, un medicamento que revierte los efectos de una sobredosis de opioides. Narcan, la versión más conocida de este fármaco, comenzó a venderse sin receta en 2023 y se ha convertido en parte del equipo básico de los servicios de emergencia y espacios públicos.
Las sobredosis relacionadas con opioides cayeron significativamente, de 83,140 en 2023 a 54,743 en 2024. También disminuyeron los casos vinculados a sustancias como la cocaína y los psicoestimulantes, incluyendo la metanfetamina. Otros factores que han contribuido son la distribución de tiras reactivas que detectan la presencia de fentanilo en drogas ilícitas, lo que permite evitar el consumo de píldoras adulteradas.
Asimismo, ha crecido el número de programas de tratamiento con buprenorfina, un medicamento que reduce el riesgo de futuras sobredosis. Sin embargo, estos servicios aún no llegan a muchas de las zonas más necesitadas, como áreas rurales y barrios urbanos empobrecidos.
Casi todos los estados del país registraron una disminución en las muertes por sobredosis, con reducciones superiores al 35% en lugares como Luisiana, Michigan, Ohio, Virginia, Virginia Occidental, Wisconsin, Nuevo Hampshire y Washington D.C. Por otro lado, Dakota del Sur y Nevada fueron excepciones, reportando leves aumentos.
No obstante, expertos advierten que estos avances podrían verse comprometidos por una propuesta presupuestaria de la administración Trump que contempla recortes en servicios de salud. Médicos y académicos especializados en adicciones han manifestado su preocupación por el impacto que estas medidas podrían tener en los programas de recuperación, especialmente en comunidades vulnerables.
Desde la Casa Blanca, el portavoz Kush Desai defendió el enfoque integral del gobierno para enfrentar la crisis, que incluye una reestructuración de los programas de adicción bajo la nueva Agencia para una América Saludable y un fortalecimiento de los controles fronterizos para frenar el ingreso de drogas. Pese a los avances, la lucha contra las sobredosis sigue siendo un reto de salud pública prioritario en el país.
Fuente: Axios
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